Cada tipo de auto tiene sus propios beneficios y virtudes, pero sin duda el citycar tiene un encanto especial, sumado a una serie de características que le dan ciertas ventajas al ser comparado con otros modelos. Revisemos algunas de ellas:
Cuando hablamos de un auto barato no nos referimos sólo a su precio de compra, un aspecto donde el citycar es el campeón indiscutido, sino también a los gastos asociados: las reparaciones, los créditos automotrices, los repuestos, y todo lo que implica tener un vehículo. De hecho, por lo popular y práctico que es, cuando llega la hora de vender no es difícil encontrar compradores.
Similar al punto anterior, pero válido por sí mismo. El citycar tiene una cilindrada menor, lo que asegura que sea eficiente y ahorrador. No requiere tanta potencia para su traslado y, si intentamos proyectar el precio de la bencina en el largo plazo, descubrimos que esta ventaja se volverá cada vez más y más significativa.
Está bien podría ser la razón n°1, como podría atestiguar cualquier conductor que ha tenido problemas para cambiarse de pista en una calle atestada. Maniobrar un citycar es muy cómodo, y más agradable aún es encontrar un rincón cualquiera donde estacionarlo, sin perder 20 minutos dando vueltas a todo el sector en busca de un espacio desocupado que sea más grande.
No es una sorpresa que el citycar tiene entre sus conductores habituales a gente joven y familias pequeñas. De la mano de ese hecho, este tipo de auto manifiesta un singular cuidado en el aspecto del diseño. La mayoría de los citycars, incluso en sus versiones más sencillas, tienen un look que seduce y conquista. Ese enfoque se ve incrementado cuando ciertos modelos permiten personalizar los colores de techos, interiores y llantas, para un estilo único.
Pese a tratarse de un auto diseñado para ser económico, el citycar está lejos de renunciar a aquellos detalles que se encargan de la seguridad de los pasajeros. No es raro encontrar un citycar con airbags tanto frontales como laterales, o con zonas de deformación que ayudan a disolver el impacto de los golpes en caso de choque.
Dado el estado actual del planeta, ningún esfuerzo puede ser demasiado pequeño para hacer un cambio positivo. Al quemar menos combustible en sus funciones, el citycar aporta su grano de arena a contaminar menos y aliviar el problema del calentamiento global. La referencia al grano de arena no es antojadiza: si millones de personas en el mundo redujeran, aunque fuera un poco sus emisiones de gases contaminantes, estaríamos en un mundo mejor.
No. Por supuesto que eso no es todo. Existen más ventajas en cada modelo de citycar, pero eres tú quien debe encargarse de descubrir cuáles son en cada sucursal de nuestra red de concesionarios DercoCenter a lo ancho y largo del país.