Cuando llevas tu auto a un centro de servicio técnico autorizado, puedes confiar en que recibirás los repuestos originales del fabricante. Sin embargo, si vas a un taller independiente o haces el mantenimiento por ti mismo, probablemente termines usando repuestos alternativos.
De ahí que te preguntes qué es más conveniente o si hay algo de malo en utilizar una pieza que no es original. Para esclarecer todas las dudas, es importante que entiendas la diferencia entre repuestos originales y alternativos. Así podrás tomar una decisión más informada al momento de cambiar un repuesto.
Para empezar, los repuestos alternativos, también conocidos como genéricos, son fabricados por una empresa distinta a la del fabricante de tu vehículo. Al estar hechos por un agente externo, y no estar pensados específicamente para el modelo de tu auto, podrían no encajar a la perfección ni funcionar correctamente.
Mientras tanto, los repuestos originales sí son hechos por el mismo fabricante de tu vehículo, por lo que vas a obtener una pieza idéntica a la que quieres reemplazar. Esto evita que tengas conflictos al momento de sustituir el repuesto o que en el futuro se convierta en un problema.
Esta es la principal diferencia entre ambas opciones, pero luego se desprenden también una serie de riesgos y beneficios que necesitas conocer. Por ejemplo, las piezas originales manejan un estándar de calidad y las genéricas no. Las personas tienden a comprar repuestos de autos alternativos porque suelen ser más económicos y fáciles de conseguir en el mercado, pero la pregunta real es, ¿vale la pena?
Cuando los repuestos de autos no son originales y han sido fabricados por una compañía externa, existen diversos riesgos:
A pesar de que los repuestos alternativos suelen ser más baratos que los originales, estas son tres buenas razones para gastar un poco más:
Los repuestos originales garantizan un ajuste y funcionamiento perfecto. Este estándar de alta calidad vale la pena porque no hay nada peor que gastar dinero en una pieza que acabará siendo incompatible con tu vehículo o que no funcionará como debería. Además, al ser de mayor calidad, son repuestos más resistentes el desgaste, lo que alarga sustancialmente su tiempo de vida.
Cuando los vehículos son fabricados, se someten a pruebas de seguridad para garantizar que todo funcione correctamente. Hay veces en las que, al utilizar una pieza alternativa en sustitución de la original, pones en peligro tu seguridad y la de tu vehículo.
Si un repuesto no está diseñado para un modelo en particular, no puedes esperar que funcione perfectamente en caso de que ocurra un accidente.
Al comprar tu vehículo en un concesionario, éste viene con una garantía por un tiempo determinado, lo que es bastante conveniente para resolver cualquier falla técnica. El problema es que, al usar repuestos genéricos, te arriesgas a perder la garantía del fabricante, porque el automóvil ya no sería igual a como lo compraste.
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